miércoles, 2 de enero de 2008

TRAFICO


Este año pasado no hemos pasado de 3000 muertos en la carretera. ¡Qué barbaridad!. Y todavía se da la cifra como buena. Dicen que debido al carné por puntos, la nueva ley que hace delincuentes a los que no siguen ciertas normas de tráfico y las campañas de concienciación. Me pregunta hasta que punto se querrá atajar ese problema sacando leyes más duras, tocando el bolsillo de la gente y asustando en campañas publicitarias. Mi solitaria neurona lleva ya tiempo cavilando sobre todo esto y ha llegado a ciertas conclusiones que, al igual que la naturaleza de esta neurona, imagino que serán inconscientes y perturbadas.
La primera conclusión es que en este bendito país se conduce muy mal. No por culpa de los conductores, aún cuando resulte paradójico.
La segunda es que en este castizo país las carreteras dejan mucho que desear en cuanto a su trazado, firme y señalización. Tampoco por culpa de los conductores.
La tercera es que hoy en día tenemos el carné de conducir cualquiera. Teniendo en cuenta que lo que se maneja es una mole de hierros de un peso superior a la tonelada, a cierta velocidad, que no hace falta que sea exagerada, no hace falta ser un gran entendido en física para darse cuenta que esa masa en movimiento es muy difícil parar y manejar cuando se sale de sus cauces normales. No digamos el peligro que conlleva la colisión entre dos monstruos como esos. Para manejar un "armatoste" de esos pienso, en mi infinita ignorancia, que sería necesario ser un poco "perito" en la materia. No es cuestión únicamente de saber que pedal corresponde al acelerador, freno o embrague. No solo es conocer las señales y saber utilizar los mandos del mismo. Ni tampoco saber girar el volante o aparcar. Hay que usar el sentido común y saber lo que se lleva entre manos y como se lleva. No confiar únicamente en las ayudas a la frenada, la tracción a las cuatro ruedas o el sinfín de siglas que llevan nuestros coches (ABS., ASR, ARS., SDS., ASD., FEJ., HYT., TCH., ABC.... y un largo ETC.). Es mas importante confiar en una sigla, la más importante, OJO (¡¡¡Ojo, Jodido, Ojo!!!).
Si se es un poco observador, se puede constatar que existen muchos automovilistas que van en el vehículo asustados, con cara de no saber qué hacer con el coche. Algunos, aún con cara de saberlo, mienten. Casi nadie tiene en cuenta algo tan importante como es saber qué vehículos te acompañan por delante, detrás y laterales; ni que reacciones van a tener esos vehículos, o mas bien sus "manejadores". Poca gente es capaz de adelantarse a lo que va a ocurrir a su alrededor. Entre otras cosas porque no se lo han enseñado, o porque si lo han hecho, no lo tienen en cuenta.
Mención aparte la gente que va en el coche realizando otras actividades, entiéndase no solo las prohibidas como hablar por el móvil, si no hablar con los acompañantes, cambiar de emisora, pensar en la excusa que le va a poner a su parienta cuando llegue a casa tarde, mirarse el contorno de ojos, peinarse, e incluso profundizar en las fosas nasales en busca de algún dudoso premio. En el caso de un hombre, teniendo en cuenta que solo tenemos una neurona, es un suicidio ocupar la misma en dos cosas. Debemos seguir nuestra máxima: primero hacemos una cosa, luego otra, nunca dos a la vez. En el caso de las mujeres, es un poco más entendible que realicen dos actividades al mismo tiempo, puesto que están capacitadas para ello. El poseer mas de una neurona siempre ha sido una ventaja. El problema pienso yo que es de prioridades. Cuando se conduce, hay que dar prioridad a la conducción, nunca al peinado o al rimel de ojos. Ya sé que son capaces de hacer las dos o incluso tres cosas a la vez, pero lo primero es lo primero.
Así, con esta ironía que no me caracteriza pero que uso de vez en cuando, creo que he explicado mas o menos el problema de la conducción. A partir de ahí, busquemos soluciones. ¿Por qué se hacen coches mas seguros para caso de accidente? ¿No sería más lógico buscar el origen del accidente y atacar ahí para evitar que se produzca? En vez de todo eso, nuestra siempre querida y no comprendida Dirección General de Tráfico, decide dar una ayuda a los jóvenes para que puedan sacarse el carné de conducir. Ni se les pasa por la cabeza destinar ese dinero a fomentar la enseñanza verdadera de la conducción. No es importante que una vía esté en buen estado. La gente lo que tiene que hacer es ir a la velocidad que corresponde y confiar en su vehículo super-mega-preparado-y-seguro. A uno, pensando mal y quizá diciendo una barbaridad, se le pasa por la cabeza que lo que se busca es crear más posibles infractores para llenar las arcas del Estado, con un pasotismo extremo en la suerte que puedan correr. Venga, mas carne de denuncia. Mas carnés con puntos para poder retirarlos. Mas madera que dirían los Hermanos Marx. Demos a estos chavales una maquina de 200 cv que se pone a 100 en menos de 8 segundos. Con todos los extras de seguridad. Y lo soltamos en una de nuestras fantásticas carreteras a ver lo que nos dura. Se admiten apuestas.
A mí, en mi infinito pesimismo (léase optimismo realista), solo me queda entonar la vieja copla que decía: "precaución, amigo conductor, la senda es peligrosa".

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