
Otra vez aquí, a contar historias. La de ayer, bueno, anoche, de cena en casa con una persona especial, regada con un buen vino de Rioja. Buena charla y buena compañía. Lástima que se tuviera que ir a trabajar. Pero bueno, es lo que hay. Todos tienen que ganarse la vida. Además, hay mas días que botellines. El caso es que me tuve que acabar el vino yo solo. Que no es que sea mal plan, ni mucho menos, pero hubiera preferido compartirlo hasta el final. Total, que viendo que ya estaba en racha, llame a mi amigo Chiva's y estuvimos ambos viendo un reportaje sobre las armas de fuego en EEUU. "Papa, comprame un Kalasnikov". Realizado por Jon Sistiaga, el famoso reportero de Tele 5 a quien esos mismos americanos asesinaron a su cámara en Irak. Al pobre Chiva´s lo dejé un poco temblando, y a mí me dejó un poco traspuesto. No debió ser mucho cuando hoy aún recuerdo lo que pasó. Solo me he levantado un poco sedoso, y no me refiero a suave y acariciable, que también, si no a que tenía la sed de un oso (sed-oso).
La política armamentística en EEUU. Vaya tela. Se mezclan ideas antisemitas, nazis, un catolicismo radical y muy particular, el derecho a defenderse, la paranoia americana a un autogolpe de estado de su propio gobierno, y un largo etcétera de comportamientos e ideas que harían las delicias de cualquier psicólogo e incluso sociólogo. Me llamó la atención lo que comentaban algunos de los habitantes de lo que se denomina la América profunda, defensores del derecho a portar armas, miembros del Ku Klux Klan, nazis y católicos profundos. Decían que no podrían vivir en un país como España porque aquí no se permite portar armas salvo a la policía y los militares. Algunos decían que debía ser un país aburrido. Preguntaban qué hacíamos para divertirnos. ¡¡A nosotros!! Me imagino que el bueno de Jon Sistiaga no le contestó porque el formato del reportaje no daba para una larga charla sobre formas de divertirse sin armas. También comentaban que tenían derecho a defenderse, que lo decía su Segunda Enmienda de la constitución, una constitución de mas de 200 años que ha variado muy poco en este tiempo. Una segunda enmienda que tenía sentido en aquellos tiempos, cuando la vida era mucho mas salvaje que ahora. Pero que en la actualidad no tiene sentido. Cuando se les preguntaba por las matanzas que realizan algunos de sus conciudadanos, algunas bastantes recientes, contestaban que no eran las armas las que mataban, si no los hombres. Bonita frase que parece que les excusa de cualquier problema de conciencia. Claro, no les da por preguntarse una cuestión tan sencilla como que, si son 300 millones de habitantes aproximadamente, el número de tarados mentales, adolescentes con problemas serios, adultos con problemas serios, en definitiva, personas que en un momento de su vida pueden desear o se vean abocados a realizar una matanza, es bastante alto. También el número de psicópatas, de vengadores, de justicieros, etc. Y claro, a este gran número de individuos, si les das la posibilidad de tener no ya una pistola, si no un M16, un Kalasnikov, o varías de las barbaridades que se vieron en el reportaje de anoche, pues es muy probable que realicen las matanzas que tienen en mente. No se paran a pensar, a mirar las estadísticas que tanto les gusta, y deducir que no es el país mas seguro del mundo, ni de lejos, que el índice de asesinatos por arma de fuego en su país es uno de los mas altos del planeta. No tienen la seguridad que parece ser les prometía la segunda enmienda. En todo esto, por supuesto, entra la industria armamentística americana, la mas poderosa del país mas poderoso. El gran negocio americano. Entra el lavado cerebral acerca del estilo de vida américano. Entra el ego profundo que inunda a estas personas, a las que les importa únicamente lo suyo. Entran ideas antisemitas y nazis. No solo ideas nazis, también símbolos nazis. Su gran enemigo en la II Guerra Mundial resulta que está instalado en su interior. A veces pienso que el mal endémico que sufre ese país es la falta de historia, o más bien su juventud. Su egocentrismo y su creencia de que son los mejores, que son infalibles, les lleva a cometer errores de bulto. No son capaces de mirar a otro sitio que no sea su propio ombligo, por supuesto no están dispuestos a aprender de nadie, son demasiado orgullosos para eso. Basta preguntarles donde se encuentran ciertos países para ver el grado de ignorancia que poseen. Solo conocen lo suyo, su literatura, su arte, sus estados, sus problemas. No saben de nada mas. Son gente que no pueden ni saben hablar de otra cosa que no sea lo relacionado con ellos mismos. Lo suyo es lo único valido. Tenemos el ejemplo, por suerte para nosotros, de la prohibición de comerciar jamón ibérico. No saben lo que se pierden. En cambio, nosotros si sabemos lo que nos ganamos.
Otra barbaridad que se vio en el reportaje, y que eso si que es inadmisible, fue niños a partir de cinco años disparando armas de guerra, subfusiles y fusiles, ametralladoras de calibre alto, etc. Hasta ese punto ha llegado la locura de esta gente. Los padres no llevan a los hijos al circo, al parque, a montar en bicicleta, no. Los llevan a disparar, en una especie de orgía de armas, munición y olor a pólvora que les hace entrar en éxtasis. La verdad es que, viendo todo eso, se entiende mucho la política de sus gobernantes. Su ideal de libertad. Su principio de democracia. Su ansia por ser los "sheriff" del mundo. Por supuesto, del mundo que a ellos les interesa. Del mundo donde puedan sacar tajada. Otra vez el ego profundo que les inunda. La hipocresía en su estado puro.
Afortunadamente, en un país tan grande, no todo el mundo piensa igual. Hay mucha gente abierta de mente y que no está en absoluto de acuerdo con esos ideales retrógrados y desfasados. Son los que dejan abierta la puerta a la esperanza de que se conviertan, porque tienen los medios, en un gran país, pero esta vez, si de verdad, no el gran país y la gran nación que tanto pregonan actualmente y que solo es un triste reflejo de lo que podrían llegar a ser.
La política armamentística en EEUU. Vaya tela. Se mezclan ideas antisemitas, nazis, un catolicismo radical y muy particular, el derecho a defenderse, la paranoia americana a un autogolpe de estado de su propio gobierno, y un largo etcétera de comportamientos e ideas que harían las delicias de cualquier psicólogo e incluso sociólogo. Me llamó la atención lo que comentaban algunos de los habitantes de lo que se denomina la América profunda, defensores del derecho a portar armas, miembros del Ku Klux Klan, nazis y católicos profundos. Decían que no podrían vivir en un país como España porque aquí no se permite portar armas salvo a la policía y los militares. Algunos decían que debía ser un país aburrido. Preguntaban qué hacíamos para divertirnos. ¡¡A nosotros!! Me imagino que el bueno de Jon Sistiaga no le contestó porque el formato del reportaje no daba para una larga charla sobre formas de divertirse sin armas. También comentaban que tenían derecho a defenderse, que lo decía su Segunda Enmienda de la constitución, una constitución de mas de 200 años que ha variado muy poco en este tiempo. Una segunda enmienda que tenía sentido en aquellos tiempos, cuando la vida era mucho mas salvaje que ahora. Pero que en la actualidad no tiene sentido. Cuando se les preguntaba por las matanzas que realizan algunos de sus conciudadanos, algunas bastantes recientes, contestaban que no eran las armas las que mataban, si no los hombres. Bonita frase que parece que les excusa de cualquier problema de conciencia. Claro, no les da por preguntarse una cuestión tan sencilla como que, si son 300 millones de habitantes aproximadamente, el número de tarados mentales, adolescentes con problemas serios, adultos con problemas serios, en definitiva, personas que en un momento de su vida pueden desear o se vean abocados a realizar una matanza, es bastante alto. También el número de psicópatas, de vengadores, de justicieros, etc. Y claro, a este gran número de individuos, si les das la posibilidad de tener no ya una pistola, si no un M16, un Kalasnikov, o varías de las barbaridades que se vieron en el reportaje de anoche, pues es muy probable que realicen las matanzas que tienen en mente. No se paran a pensar, a mirar las estadísticas que tanto les gusta, y deducir que no es el país mas seguro del mundo, ni de lejos, que el índice de asesinatos por arma de fuego en su país es uno de los mas altos del planeta. No tienen la seguridad que parece ser les prometía la segunda enmienda. En todo esto, por supuesto, entra la industria armamentística americana, la mas poderosa del país mas poderoso. El gran negocio americano. Entra el lavado cerebral acerca del estilo de vida américano. Entra el ego profundo que inunda a estas personas, a las que les importa únicamente lo suyo. Entran ideas antisemitas y nazis. No solo ideas nazis, también símbolos nazis. Su gran enemigo en la II Guerra Mundial resulta que está instalado en su interior. A veces pienso que el mal endémico que sufre ese país es la falta de historia, o más bien su juventud. Su egocentrismo y su creencia de que son los mejores, que son infalibles, les lleva a cometer errores de bulto. No son capaces de mirar a otro sitio que no sea su propio ombligo, por supuesto no están dispuestos a aprender de nadie, son demasiado orgullosos para eso. Basta preguntarles donde se encuentran ciertos países para ver el grado de ignorancia que poseen. Solo conocen lo suyo, su literatura, su arte, sus estados, sus problemas. No saben de nada mas. Son gente que no pueden ni saben hablar de otra cosa que no sea lo relacionado con ellos mismos. Lo suyo es lo único valido. Tenemos el ejemplo, por suerte para nosotros, de la prohibición de comerciar jamón ibérico. No saben lo que se pierden. En cambio, nosotros si sabemos lo que nos ganamos.
Otra barbaridad que se vio en el reportaje, y que eso si que es inadmisible, fue niños a partir de cinco años disparando armas de guerra, subfusiles y fusiles, ametralladoras de calibre alto, etc. Hasta ese punto ha llegado la locura de esta gente. Los padres no llevan a los hijos al circo, al parque, a montar en bicicleta, no. Los llevan a disparar, en una especie de orgía de armas, munición y olor a pólvora que les hace entrar en éxtasis. La verdad es que, viendo todo eso, se entiende mucho la política de sus gobernantes. Su ideal de libertad. Su principio de democracia. Su ansia por ser los "sheriff" del mundo. Por supuesto, del mundo que a ellos les interesa. Del mundo donde puedan sacar tajada. Otra vez el ego profundo que les inunda. La hipocresía en su estado puro.
Afortunadamente, en un país tan grande, no todo el mundo piensa igual. Hay mucha gente abierta de mente y que no está en absoluto de acuerdo con esos ideales retrógrados y desfasados. Son los que dejan abierta la puerta a la esperanza de que se conviertan, porque tienen los medios, en un gran país, pero esta vez, si de verdad, no el gran país y la gran nación que tanto pregonan actualmente y que solo es un triste reflejo de lo que podrían llegar a ser.
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