miércoles, 6 de agosto de 2008

ASESINOS ATOMICOS


Hoy hace 63 años que se lanzó la primera bomba atómica sobre seres humanos, en la ciudad de Hiroshima (Japón). Me da lo mismo que fueran militares que civiles, aunque en este caso, mas tristemente aún, fueron civiles. Mujeres, niños y ancianos, ya que los hombres en edad de combatir no estaban en la ciudad.
Si lo pensamos fríamente, resulta que con solo apretar un botón, el que abría la compuerta de lanzamiento, se mataron a 140.000 personas; mas las inhumanas heridas que se produjeron a varios cientos de miles mas; mas el profundo y repulsivo dolor que produjo durante las décadas siguientes.
Si lo pensamos mas detenidamente, y como respuesta a la banal excusa que puso el gobierno norteamericano, de que se evitaron muchas mas vidas al terminar de golpe con la guerra en el Pacífico, se podría decir que esa misma bomba se podía haber lanzada en algún lugar del océano, cercano a Japón, para que vieran el poder destructivo que poseían los aliados. O en algún otro lugar despoblado fácilmente visible por los gobernantes japoneses. Pero no, tuvieron que hacerlo sobre una ciudad.
Y aún no se les ha juzgado. Si echamos cuentas, lo que les costó acabar con tanta gente en tan poco tiempo, proporcionalmente no ha habido nada ni nadie que haya hecho cosa semejante. ¿No se les podría juzgar por genocidio, habida cuenta que ese delito no prescribe nunca? Ah no!, perdón, que son los Estados Unidos de América, salvaguardas de la democracia, los derechos humanos y la vida de los demás. Perdonen ustedes.