miércoles, 19 de diciembre de 2007

Observando


Es un ejercicio bastante sano y poco habitual el pasear por tu ciudad sin rumbo fijo. Sin nada que hacer. Sin ninguna preocupación que asalte tu alma. Es interesante culebrear por las calles dirigiendo tu mirada hacia arriba. Estamos acostumbrados a ir con prisas de un sitio para otro, con todo nuestro ser enfrascado en un objetivo. Cuando no es así, nos fijamos solamente en lo que está a nuestra altura, escaparates, personas, coches, letreros... Las ciudades también tienen alturas, tienen balcones, tienen arquitecturas curiosas que generalmente se nos escapan de la vista. Pienso que, a veces, hay que mirar a tu ciudad y a la gente que la habita desde una perspectiva externa. Como si no estuvieras allí y como si todo lo que ocurre a tu alrededor no fuera contigo. Estudiar su fisionomía y su sociología. Es curioso ver la cantidad de gente extraña que se observa. Si eres un poco observador, puedes incluso adivinar los problemas que tiene la gente solo viendo su semblante o su actitud. Las prisas, el stress, el desaliento, la duda, el temor, preocupaciones varias que rondan sus cabezas. Pero también se observa a gente feliz, encantada de vivir y de disfrutar de lo que tiene. Se observa a gente saludándose, conocidos de vista y mas íntimos. Se ven encuentros y desencuentros. Abrazos y besos. Disputas y atropellos. Todo esto son reacciones normales entre estos seres tan extraños como somos los humanos. Pero también se constata que estos comportamientos tienen su símil mas o menos cercano en el reino animal, donde también existen conductas parejas a las descritas, teniendo en cuenta que todo comportamiento tiene su base en el instinto animal.
Ciudad pequeña, aún teniendo El Corte Inglés, creciendo cosmopolitamente, con un marcado acento rural. Sencillas sus gentes y sencilla su arquitectura. Sencilla su vida y su idiosincrasia. Ciudad que intenta crecer pero que, sobre todo, intenta sobrevivir. Insoportable en muchas ocasiones, pero que te acoge como los brazos de una madre y a la que, siempre que me alejo de ella, estoy deseando volver.
Frase del día: "el primer beso no se da con los labios, se da con la mirada"

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