miércoles, 5 de diciembre de 2007

A VECES SOY UN CAPULLO

Aprovechando un lapsus en el trabajo, he cambiado la configuración del blog. Imagino que no será el último cambio a realizar, ya se sabe, renovarse o morir. Además, que es bueno ir cambiando en esta vida, va con mi filosofía, con mis circunstancias y con mi carácter intrínseco. Esta última palabra es que no acabo de entenderla, pero queda muy bien y por eso la pongo. Hablando de cambios, hay cosas que no cambian nunca, o es muy difícil que cambien. Ejemplo de anoche: sms recibido "Hola, cuanto tiempo? te has olvidado de mí? no me echas de menos?" Respuesta "Hola. Casi. No" Requete-respuesta "Que borde eres" Requete- requete-respuesta "No preguntes lo que es obvio". A continuación llamada telefónica y casi una hora de conversación, bueno, mas bien monólogo. Uno que es un caballero y a una mujer rara vez le cuelga el teléfono, pues aguantando, aguantando el discurso, aguantando la cabeza y aguantando los parpados, que se me caían ya. Y es que hay cosas que no cambian. Pero si hay soluciones. En este caso, el gran invento de la telefonía móvil, el botón rojo de rechazar llamada. Ya sé, solución radical. Pero es que el caso lo exige así. Además, soy scorpio, y como buen scorpio, radical en algunos aspectos de mi vida. ¿Qué le voy a hacer?
Siguiente apunte. A punto de comenzar el puente, mi neurona que ya se está preparando y está eligiendo que pijama se va a poner. El resto del cuerpo que parece que la sigue y se empieza a aletargar. Haremos un esfuerzo e intentaremos que la cosa cambie, pero no es seguro conseguir el éxito. Quizá dependa un poco de esta tarde, de la partida de ajedrez que tengo pendiente. A ver si me dice como está mi mundo. Qué triste depender de un tablero y 32 fichas. Pero es lo que hay... o no.
En otro orden de cosas, mi niña que me acusa de analizar psicologicamente, sin tener estudios de psicología ni sociología ni de nada que acabe en "ogía". Y qué razón tiene la jodia. Pero es mi visión de ella y es mi blog, así que como todo lo mio, indiscutible. A ver si me van a quitar el placer de ser un pequeño dictador en este rincón de mi mundo.
Leo y releo los párrafos anteriores, y me reafirmo en lo dicho en otra entrada: a veces soy un capullo.

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