martes, 25 de diciembre de 2007

JUSTO Y CORRECTO


Es lo que tiene el que poca o casi ninguna persona lea este blog, que cuando pides, por favor, que no te manden SMS en Nochebuena, pues casi todo el mundo va y lo hace. De todos los tipos y de todas las clases, en colores y en blanco y negro. Con cascarrillos, gracias y buenos deseos. Un asco vaya. Desde aquí mi mas sincero agradecimiento a los que tuvieron el detalle de no mandar ninguno. Nunca sabréis cuanto os lo agradezco y quiero que sepáis que estoy en deuda con vosotros por el resto de mis días. Como dicen los gitanos: cuando un gitano da la mano, es para cien años y un día. Pues ese es el periodo de agradecimiento que tenéis por mi parte. A los que lo mandasteis, pues nada, que muy bien, que como siempre y siguiendo la costumbre, que no tradición, han sido todos muy como siempre. Perdonad si no os contesté, pero es que me niego a que esa costumbre se convierta en tradición.
De todos ellos, uno me llamó la atención, no por lo gracioso, que lo tiene, si no por el fondo. Ya sabéis, siempre llegando al fondo. Ahí va, un pedazo, literalmente y en idioma "esemesetril": Nunca pienses q lo justo es lo correcto xp si t meten 1 dedo en el culo qeda justo, pero no es lo correcto. Y que a gusto se ha quedado el redactor del sms. Seguro que algún guionista de alguna compañía telefónica, que lo suelta a los repetidores de telefonía móvil para que se propague cual plaga de langostas. Y ya de paso ganarse unos eurillos las citadas compañías. Pura teoría de la conspiración.
Así que como la noche iba siguiendo los cauces típicos de una cena de Nochebuena, que no había novedad por ningún sitio y que mi neurona se aburría como una ostra, pues a profundizar en el sms mas profundo de los que me llegaron.
Y es que es verdad, no todo lo justo es lo correcto, y viceversa. Si nos atenemos a lo que es justo, o sea, lo que tú crees que es de justicia; y lo que es correcto, o sea lo que dictan las normas, sean del tipo que sean; en seguida vemos que no siempre coincide lo justo con lo correcto. Así, es correcto que un violador, psicópata asesino en serie, maltratador, ladrón compulsivo, terrorista, etc., salga de la cárcel en un periodo de tiempo estipulado. Pero creo que todos coincidimos, menos ellos mismos, en que no es justo. Es correcto que si tu hermano te da un bofetón, pase a ser un delincuente, pero no es justo. Es correcto que una persona, por llamarlo de alguna manera, que comercie, promueva, use, disfrute o realice cualquier actividad con temas relacionados con la pornografía infantil, sufra una pena mínima e irrisoria, pero no es justo. Y es que este mundo se está volviendo loco. Esta maquina no funciona. Lo que la mayoría de las personas pensamos que es injusto, los legisladores dicen que es correcto, y viceversa. Existe últimamente una tendencia a legislar todos los aspectos y todas las vicisitudes que nos rodean. Se legisla cuando y donde se puede fumar. Se legislan las relaciones humanas entre las personas, algo tan difícil y complicado como son las relaciones familiares (violencia domestica) y las relaciones personales (violencia contra la mujer, que no de genero). Se convierte en delincuentes a quien realiza actos que siempre han existido, y que no se solucionan con palo y calabozo. Hace unos meses querían cambiar incluso los horarios de las comidas de los españoles, la hora de acostarse y levantarse, las comidas que se realizan. Los legisladores soltaban el globo sonda de que la sociedad española no era sana alimentariamente hablando, y se intuía que iban a legislar qué, cómo y cuando comer. Aquí todo se arregla sacando una ley, por muy ridícula que parezca. Joder, que ahora incluso el darle un cachete a tu hijo está penado. Algún día intentaré hacer un recuento de las leyes que nos rigen, y retaré a quien lo desee a que me las cite, a que las conozca. A legislar, a legislar, que la vida se va a acabar. Si por lo menos fueran justas.
No quiero que se piense que nuestro sistema judicial y legislativo es un asco, ni mucho menos. Hay un apartado que nos sitúa en la vanguardia mundial. Somos uno de los países que mas garantías tiene a la hora de enjuiciar a una persona. Existen todo un abanico de pruebas, dudas razonables y vericuetos legislativos que hacen que, cuando a una persona se la condena, es porque es culpable. Sea justo o no, pero culpable de no ser correcto. Pero hay algo que no funciona en esa maquinaria. Digo yo, si una persona es culpable, se demuestra mas allá de la duda razonable que es culpable. Todas las pruebas lo garantizan. Las pruebas defensivas no consiguen cambiar las tornas. Sabemos a ciencia cierta que es culpable. Entonces, ¿por qué no se le impone una pena acorde al delito realizado? ¿Por qué ciertas conductas graves llevan penas mas leves que otras conductas mas leves con penas mas grandes? Un fiscal de la Audiencia Nacional contaba un ejemplo muy ilustrativo: si vas a un restaurante y pagas con un billete falsificado, a sabiendas que lo es, el delito que cometes es de falsificación de moneda, cuya pena es de "equis" años. Pero si tú, en un arrebato de ira, porque el dueño del restaurante te ha pillado con el billete falso, le asestas un golpe certero entre ceja y ceja, y te lo cargas; tienes bastantes posibilidades de que la pena que te caiga sea menor que si te cogen con el dinero falso. Conclusión: mejor matas al dueño del restaurante que le pagas con dinero falso. Es fácil entender que, si bien es correcto, ya que lo dice la ley, no es justo. ¿Nos estamos volviendo locos o hemos perdido el norte?
En definitiva, cada vez hay menos actividades que realizamos y que no están legisladas, dándose en esos casos la máxima de que lo correcto puede ser lo justo, ya que tú te conviertes en legislador de tu conducta y tú eres quien dicta lo que es justo o no. Solo en esos casos coincidirán ambos conceptos, siempre y cuando sigas fiel a ti mismo y a tus principios. Por supuesto, dentro de mis leyes personales e internas, el que alguien me meta un dedo en el culo está penado, y muy gravemente, y además yo creo de corazón que es de justicia; con lo cual, ni es justo, ni es correcto.

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