viernes, 8 de febrero de 2008

LA MEMORIA DE LOS PECES





Esta mañana he estado leyendo la entrada de hoy del blog de un compi, la cual no voy a transcribir para respetar el copyright, que nunca se sabe, pero que os pongo el enlace: http://elrincondemarti.blogspot.com/2008/02/carcter-y-arrepentimiento.html
Habla sobre el carácter y el arrepentimiento, como bien titula la entrada; sobre las heridas y las cicatrices, sobre el perder el control o los nervios o no hacerlo. Claro, todo eso depende de cada persona. Hay gente que, por su manera de ser, puede tener mas fácil eso de no perder los nervios, de no tener carácter o no tenerlo fuerte. Pero cada persona es un mundo. Es muy bonito conseguir lo que cuenta la fabula, pero harto difícil, si no imposible para algunos, yo diría que para todos, ya que hasta el mas templado pierde alguna vez los nervios, no hay mas que tocar la tecla adecuada.
En lo que estoy totalmente de acuerdo es en las heridas que se producen en las personas, en las cicatrices que dejan, algunas mas profundas que otras. Del mismo modo, creo en las cicatrices que quedan despues de los buenos momentos. Todo son cicatrices, tanto las buenas como las malas. Al final, todo se reduce a la capacidad de recuerdo que tiene la gente. Hay quien tiene buena memoria, y hay quien, como los peces, la cual, según el experto que lo diga, dura entre 3 y 5 segundos. También hay quien, teniendo memoria, no le afectan las heridas, o no es herido, ni mortal ni benialmente, con lo cual nos encontramos ante un trozo de carne, triste y gris. Los hay que intentan disimular sus cicatrices, que las maquillan o que mienten para ocultarlas, vete a saber el por qué, pero que tambien se convierten en trozos de carne tristes y grises, pero maquillados. Los hay que, al ser heridos, se revuelven para herir mas profundamente al que te ha herido. Y los hay que se dejan herir y se dedican a lamer sus heridas. Imagino que me dejaré en el tintero alguno mas.
Yo no sé en que grupo meterme, quizá un poco en todos, quizá a veces maquillo mis cicatrices, o las oculto. Depende de quien me deje marca me revuelvo contra él con mas furia o con mas cariño, o me voy a un rincón a intentar sanar. Otras veces, pongo la otra mejilla para que me arreen otra vez. En el único grupo que no me meto, es en el de los faltos de memoria. A mi, las heridas me duelen, incluso cuando cicatrizan, y los buenos momentos, cuando cicatrizan, tambien.
Para los visitantes extranjeros, he añadido un traductor automático, a ver si así, además de entrar en el blog, lo entienden.
Frase del día: "la debilidad moral es hija de una diosa de maldad: el exito."

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