miércoles, 2 de abril de 2008

TRASLADO EMOTIVO


Llevaba unos días sin postear, pero es que estaba de traslado. Traslado parcial, que no total. Ese llegará en poco tiempo. La cuestión es que ya estoy practicamente instalado en mi palacio, como no podía ser menos para un ser de mi status. Si alguien no lo cree, que se fije bien en la foto, que corresponde a la entrada. Con letrero incluido. ¡Qué clase la mia!.
Como buen palacio, el espacio que tengo para mí es mas amplio. El despacho, desde donde escribo estas letras, es mas amplio. Y la mesa, por supuesto, también. Mucho mas amplia. Tanto como para empezar a plantearme el comprar mas cosas para llenarla. Bueno, con el tiempo se conseguirá.
Ayer estuve organizando un poco la mesa, los cajones y estanterías. Desempaquetando cosas que tenía por ahí guardadas y colocándolas en su nuevo sitio. Hay que ver la de cosas que se encuentra uno cuando abre cajas casi olvidadas en los fondos de los armarios. Una de estas cajas contenía uno de mis tesoros mas preciados. Se trata de las comunicaciones epistolares mantenidas hace años con mis amigos. Para los mas jóvenes, únicos conocedores de Internet y su tecnología, les diré que me estoy refiriendo a cartas, escritas de puño y letra; con su sobre y sus sellos. Si, si, de eso que solo existe en los gabinetes de publicidad de las empresas. Entre esas cartas, que estuve releyendo una a una, se encontraban las de una amiga que, muy lamentablemente, falleció ya hace años. En aquellos tiempos la leucemia era practicamente mortal y, de hecho, así fue con ella. Solo ella y yo sabemos lo que significaba para mí. El cariño que le tenía. Era mi compañera de baile, mi compañera de fiestas, mi confesora, mi confidente, mi ángel y la luz que iluminaba mi oscura alma. Jamás conseguí derramar una lágrima física por ella, pero la añoro y la lloro diariamente. Se fue y se llevó una parte de mi muy importante. De buena gana me hubiera cambiado por ella. Hubiera sido mas fácil y, a la vez mas cobarde, el haber desaparecido yo, el no sufrir el dolor que en su día sufrí y que, en menor medida porque el tiempo cura casi todo, sigo sufriendo.
Para ella, y para describir lo que en ocasiones siento, va esta canción de Metallica, "Fade to black". Posiblemente la canción mas emotiva que tienen y, a ciencia cierta, el mejor solo de guitarra jamas tocado.
Frase del día: "vaya rollo que tenemos, ye ye, que pesados nos ponemos..."

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