miércoles, 7 de mayo de 2008

DOCTOR HOUSE, HELP


Siempre detrás de un encuentro, sigue un desencuentro. Siempre detrás de un encuentro, sigue un despropósito. Siempre detrás de un encuentro, sigue un empecinamiento. Siempre detrás de un encuentro, sigue una niñería. Estas máximas se vienen repitiendo últimamente. Con frecuencia matemática. Inexorable. Siempre igual.
Ayer, como todos los martes, en esta bendita casa se celebró la "Noche de House". Serie interesante como ninguna. Serie que, con la excusa de un hospital y un grupo de médicos, nos narra la vida de este doctor atípico y especial. Un tipo dolorosamente sincero. Un tipo brutalmente irónico. Un tipo manipulador y aparentemente amargado. Un tipo inteligente con una coraza creada alrededor de su debilidad, de su bondad. Bondad y debilidad a su manera.
Uno, a base de ver capítulos y capítulos de esta serie, a base de ver medicina diagnostica "made in Hollywood", le da por hacer símiles. Y, paranoico que es uno, veo síntomas, descifro claves, leo entrelíneas, y acabo viendo una enfermedad. Se han realizado pruebas a ver si era algo vírico, neurológico, alergia... Se ha realizado un TAC, una punción lumbar y varios escaneres. Diagnósticos diferenciales han dado varios resultados: tontitis aguda, el mal del rabino cojo, lupus (siempre sale el lupus), chungopatitis... Al final el resultado vencedor, tras un paro cardiaco resuelto satisfactoriamente, ha sido una terrible adicción. Se han tratado todos estos síntomas de un modo no gravoso o doloroso. Se ha medicado con bourbon, J&B, cerveza y nocturnidad. Algún tequila también ha sido necesario en alguna ocasión. El resultado ha sido infructuoso, por lo que se ha decidido poner un tratamiento mas lesivo. Un tratamiento de choque y mas radical. Se trata de ir espaciando en el tiempo la ingesta de medicación. Unos días. Una semana. Tres semanas. Para el siguiente chute ya habrá pasado mas de un mes. Y poco a poco, llegaremos a los dos meses, un semestre, un año... Hasta que sea definitivo. O tal vez no sea tanto el tiempo que habrá que esperar. Tal vez sea antes de lo que pensamos. La enfermedad sigue allí y los síntomas no acaban de desaparecer. Como haría House en estos casos, y sin ponerse melodramático, habrá que dejar morir al paciente puesto que no hay cura para esta enfermedad tan habitual actualmente. Ya lo sé, no existe diagnostico fiable al cien por cien. Tal vez el paciente no muera. Total, ni soy médico, ni trabajo en Hollywood.

Para otro día, recopilatorio de las mejores frases de House, pero hoy, el cuerpo me pide esta otra...

Frase del día: "vete a olisquearle el ojete a otro perro que te haga mas caso, que yo estoy aleteando de nuevo"

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