miércoles, 23 de julio de 2008

VIVITO Y COLEANDO


Ya estoy aquí de nuevo, después de recibir numerosas llamadas, sms, correos electrónicos y comparecencias de la policía local de mi ciudad, decido volver a hacer acto de presencia, para descanso de mis amigos y allegados, y pena y dolor de mis enemigos.
Y es que, últimamente, como dice una amiga, no tengo tiempo ni de verme. Y la neurona, que también está ocupada en otros menesteres, tampoco está mucho por la labor de trabajar, así que esa es mi excusa y mi motivo. Pero bien estoy, tranquilos.
He estado en el FIB, lo que la amplia mayoría conoce como el Festival Internacional de Benicasim, y que este año, yo he pasado a denominar Freakys Into Benicasim. Porque hay que ver la cantidad de gente rara que se ve en este multitudinario evento. Desde un tipo con melena en la parte derecha de la cabeza y rapado el lado izquierdo, hasta un ser vestido como los estudiantes empollones de las películas americanas de los años 80. Pelos de todos los colores y de todas las formas. Maquillajes femeninos y masculinos para todos los gustos. Ropas de casi todas las colecciones de mercadillo del mundo. Drogas de diseño y drogados diseñados. En definitiva, toda una serie de variopintos personajes. Pero no todo ha sido eso, no vayáis a asustaros. También ha habido mujeres bombón y niñas espectaculares, ¿para qué engañarnos? Pero con un detalle, la inmensa mayoría de los asistentes era inglés, con lo cual, debido al lácteo color de su piel y al fuerte sol mediterráneo, parecían langostinos de Vinaroz. Resumiendo, freakys y bombones, pero colorados hasta el cansancio, con ese color rojo vivo que producen los rayos del sol sin capa de ozono de por medio. Futuros cánceres de piel y actuales picores de espalda.
Con respecto a los grupos que tocaron, totalmente desconocidos para mí. Solo tuve la oportunidad de ver un poco de uno de ellos, en el Escenario Verde, el viernes pasada la medianoche. Y ¿qué queréis que os cuente?, estuvieron como 15 minutos seguidos, dentro de una canción, haciendo ruido por hacerlo. Me explico, las dos guitarras y el bajo, con la misma nota en los trastes, rasgando las cuerdas a velocidad exagerada. El batería tocando el mismo compás y con la misma aceleración. Un ruido ensordecedor y sin fundamento que, los allí presentes, coreaban y vitoreaban, todos excepto los mios y yo, que observábamos aquello estupefactos y sin dar crédito. Yo tenía entendido que la música es un conjunto de sonidos con armonía y ritmo, pero parece que me equivocaba.
Por lo demás, todo sigue igual, el que esto escribe igual de perturbado o mas, y los que leen esto, igual de pacientes o mas.
Frase del día: "qué bonito, Vidalito"

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